Romería de la Reina de los Ángeles de Alájar el 7 y 8 de septiembre.

Como cada año la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se prepara para acudir a la romería de la Reina de los Ángeles en la Peña de Arias Montano. En ese rincón mágico que el célebre humanista y capellán de Felipe II se retiró allá por el siglo XVI.

Fue en 1924 cuando una representación de la alta sociedad de Aracena, en la que también participaron  los infantes Don Carlos y Doña Luisa, acudieron a rendir culto a la Reina de los Ángeles en su Santuario en la Peña de Arias Montano. Existen unos valiosos documentales rescatados y restaurados por la productora, la Dalp – Nazarí (participada por Javier Sánchez – Dalp, marqués de Aracena).

El día 7 de septiembre:  a las 7:00h diana por las calles de Alájar y a las 11:00h salida de El Poleo (romería sólo de jinetes, con e las autoridades del pueblo, el Hermano Mayor, el alcalde, el párroco, etc.) hacia La Peña, donde se hace una ofrenda a la Reina de los Ángeles. Por la tarde concierto de la Banda de Música en la Plaza del pueblo. Por la noche, a las 23:00h Santo Rosario por el Real de la Peña, a continuación, actuación de la Banda de Música.

El día 8 de septiembre: Un encuentro multitudinario de visitantes y peregrinos que se unen en la Peña para venerar a la Patrona de la Sierra bajo el patrocinio de la con la Hermandad Matriz de Alájar y las hermandades llegadas desde Aracena, Fuenteheridos, Linares de la Sierra, Galaroza, Santa Ana la Real, Castaño del Robledo así como las poblaciones de la Cuenca Minera de Nerva y Campofrío, junto con una filial de Sevilla.

Desde las 9.30 horas, se iniciará la llegada de las filiales romeras por riguroso orden de antigüedad. Una vez entren todas las hermandades, sobre las 12.30 horas, la Reina de los Ángeles saldrá de su ermita a hombros de romeros y fieles y procesionará por el paraje de la Peña, a la vista de miles de visitantes que se congregan cada año en este precioso lugar del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Por un día la Peña pierde su tranquilidad habitual y se transforman en una gigantesca demostración las exquisiteces de la gastronomía serrana, con embutidos, jamón, quesos … entre otros de Sierra de Jabugo, donde no falta tampoco las sangrías y  los ponches,  que se ofrecen amistosamente los romeros y visitantes.

Al atardecer, las hermandades iniciarán la recogida y el camino de vuelta con los Simpecados a sus pueblos de origen, tras una intensa jornada de unidad, buen ambiente y devoción a la Reina de los Ángeles.